En muchas partes vemos el anhelo de tener la mejor navidad, que para ello debes
regalar esto o hacer esto otro...
Esta forma de interpretar el significado de la navidad es un claro reflejo
de una sociedad que estimula la superficialidad consumista y que por comodidad
es ignoradora del real significado de la navidad.
Por lo mismo, les invito a considerar la navidad como la oportunidad de aceptar
lo que Dios le ofrece al ser humano: reconciliarse consigo mismo y con su
prójimo. Esta reconciliación se logra mediante la fe, y produce paz y propende
hacia la realización plena del ser humano.
En estos días se conoció el “Informe Anual de DDHH, Chile 2011” publicado
por el Instituto Nacional de Derechos Humanos, el cual da cuenta -como un
irremediable espejo donde al vernos como sociedad no podemos no dejar de ver
las arrugas e imperfecciones de nuestro rostro- de los aciertos y errores en
materia de justicia, probidad, y otros asuntos propios del informe, pero
también nos deja manifiesto toda la tarea que aun nos resta por realizar para
que las personas que viven en Chile sean bendecidas, en donde las leyes,
actores y estructuras sociales –de Gobierno y las no gubernamentales- sirvan y
trabajen para el bien del pueblo de Chile.
Me parece que también se podría encargar un informe que propenda al
desarrollo no solo de los derechos humanos, sino además de los deberes humanos.
El apóstol San Pablo desafía al creyente, acerca de este último punto, el deber
de identificarse con el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús, quien siendo en
forma de Dios no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que
se despojó a sí mismo de su deidad, haciéndose hombre e identificándose hasta
la muerte con el ser humano (Filipenses 2, La Biblia). Fíjate que el apodo
que más le gustaba a Jesús, con el que se identificaba permanentemente, era
"Hijo del hombre", demostrando su amor y compromiso en el bienestar
humano.
Pues bien, el Señor nace precisamente desde Belén, tomando forma de ser
humano, en un humilde pesebre, en medio de una familia como la tuya o la mía
porque –a la luz del relato del nacimiento de Jesús, y en mi humilde opinión- a
Dios sí le importa la familia, sí le importa que el ser humano nazca en un
espacio de protección donde sus necesidades y derechos sean cubiertos y
asegurados.
La familia es por tanto donde nace el reconocimiento de los derechos
humanos y en esta navidad el mejor regalo para los hijos es el amor entre sus
padres, o también el amor de quienes componen el núcleo familiar.
¿A caso nuestras familias pueden volver a nacer también en esta navidad,
donde podamos reiniciar nuestro compromiso por redimir el rol de cada uno y
en hacer de ellas un lugar de paz y
refugio, un espacio para la realización de cada uno de sus miembros donde el
amor de familia sea el fundamento de nuestra sociedad?...Pues al fin y al cabo,
la familia nace desde el amor de dos personas una vez decidieron trabajar por
un proyecto de vida en común.
Como profesor observo el constante sufrimiento de niñas y niños que se
sienten abandonados, a pesar de tener familia. Compruebo, a través de la
realidad escolar que Chile sufre en un sistema social nocivo y destructor de
familias.
Por lo tanto, les propongo que en esta navidad permitan que Jesús -el
Salvador- nazca en el seno familiar. No se
conformen con el nacimiento virtual mediante figuras de yeso o madera. Cristo
quiere nacer en nuestras familias, ¿Cómo se logra esto?...
Sencillamente, tomando la decisión personal de arrepentirse y creer en el
evangelio de Cristo. De esa forma podrás iniciar y tener verdaderamente la
mejor navidad de tu vida.
Feliz Navidad
Fraternalmente,.
Pastor Miguel Lineros A.